Hola, soy Margarita Molero

Soy psicóloga y además soy muchas otras cosas. Sensible, creativa, risueña y cariñosa. Amante de la comida, del café y de una buena conversación.

Vengo de un pueblecito de montaña y la naturaleza es lo que más paz me da. Me mudé a Lleida, Catalunya, para cumplir mi mayor sueño: ser psicóloga.

Hace unos años, yo también estuve al otro lado de la mesa, como paciente. Además de todo lo bueno que me aportó ir a terapia, ahí descubrí que yo también quería ayudar a los demás a recuperar el equilibrio y el amor por uno mismo.

Actualmente, me dedico a la divulgación en redes sociales (@apoteosica_mente) y en centros educativos y entidades, y a acompañar a las personas en su proceso terapéutico.

Un poquito sobre mi formación

Grado de Psicología en la Universitat de Lleida.
Máster en Neuropsicología en la Universitat de Lleida
Máster en Psicología General Sanitaria en el Centro Universitario Superior Europeo
Cursos de Especialista en Tratamiento de la Depresión y Especialista en Tratamiento de la Autoestima de la Asociación Española de Psicología Sanitaria
En constante formación y crecimiento
Colegiada Núm. 31488 en el Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya (COPC)

Somos ApoteósicaMente Psicología

ApoteósicaMente Psicología es un espacio en el que mirar hacia dentro, encontrar nuestras propias respuestas, y florecer.

Un refugio donde empoderarnos en todas las parcelas de nuestra vida.

Una comunidad de personas como tú que sienten la necesidad de cuidar de sí mismas.

¿Eres una persona Apoteósica? Yo sé la respuesta…

Apoteósicas son aquellas personas que, como una flor, se abren de adentro– desde el amor propio y el autoconocimiento- hacia fuera -hacia un entorno que no siempre es el que querríamos pero que nos da la oportunidad de aprender y crecer-.

Así que sí, Apoteósicas somos todas. Todas tenemos esta capacidad de resiliencia y de superación.

Nuestra mente es maravillosa, solo hace falta conocerla y trabajar en ella para sacar toooodo su potencial.

Margarita, tengo dudas, ¿Podemos hablar?